EL APARATO EXCRETOR
Muchas sustancias de
desecho son eliminadas por órganos no dedicados exclusivamente a ello, como son
el hígado (bilis) y el aparato respiratorio (dióxido de carbono). Sin embargo,
el aparato excretor tiene como función principal la eliminación de los productos
de desecho procedentes del metabolismo, que se van a eliminar disueltas en agua
formando la orina.
La piel también
forma parte del aparato excretor, pues posee las glándulas sudoríparas que
secreta el sudor, sustancia de composición parecida a la orina, pero más
diluida. La función principal del sudor es la termorregulación.
El aparato excretor
también participa en el control del contenido de agua y de iones en sangre y de
su grado de acidez.
1. EL APARATO URINARIO: RIÑONES
Los riñones y las vías urinarias son los componentes del aparato urinario. Los riñones son un par de órganos con forma de habichuela que se encuentran en la cavidad abdominal debajo del diafragma a ambos lados de la columna vertebral.
El riñón derecho está situado debajo del hígado y el izquierdo debajo del diafragma,
junto al bazo. La asimetría de la cavidad abdominal producida por el hígado
hace que el riñón derecho esté un poco más bajo que el izquierdo.
Encima de cada riñón hay una glándula suprarrenal, con funciones endocrinas.
Cada riñón está formado por un millón de tubitos de 2
a 3 cm de longitud y de diámetro muy pequeño llamados nefronas. Aquí es
donde se forma la orina y donde la sangre recupera el agua y otras
sustancias que no deben ser eliminadas.
En el riñón se pueden distinguir tres partes:
1. La corteza, la parte más externa que muestra granulaciones rojas y contiene los glomérulos.
2. La médula, la parte más interna de aspecto rayado y es la que contiene la multitud de túbulos de las nefronas. Presenta seis áreas triangulares, las pirámides renales, con sus vértices dirigidos hacia la pelvis renal.
3. La pelvis renal, cavidad con forma de embudo donde se recolecta la orina formada en la corteza y la médula.
La sangre llega al riñón con
gran cantidad de desechos a través de la arteria renal (una rama de
la arteria aorta), se filtra, y sale sin esos desechos a través de
la vena arenal, que
desembocará en la vena cava inferior.
2. LAS NEFRONAS.
Las unidades funcionales del riñón son las nefronas, y existen un millón, aproximadamente,
de nefronas en cada riñón.
Las nefronas son las unidades de los riñones encargadas de formar la orina. Constituyen la unidad anatómica y fisiológica del riñón
Las principales partes de una
nefrona son:
1. Glomérulo de Malpighi: red apelotonada de capilares procedentes de la arteria
renal, donde se produce el filtrado del plasma sanguíneo.
2. Cápsula de Bowman: extremo de la nefrona, con forma de copa de
doble pared que envuelve al glomérulo y recoge las sustancias que se
han filtrado.
3. Túbulo contorneado proximal: tubo muy tortuoso situado a la salida
de la cápsula de Bowman. Su pared tiene muchas vellosidades que aumentan la
superficie de intercambio de sustancias. Termina en una zona recta que
constituye la primera parte del asa de Henle.
4. El asa de Henle tiene dos ramas: la rama descendente y la
rama ascendente, por lo que tiene forma de U.
5. El túbulo contorneado distal empieza en el asa de
Henle hasta desembocar en el túbulo colector.
6. El túbulo colector: cada tubo colector es común a varias nefronas y
va desde la corteza hacia la médula, siempre paralelos a
las asas de Henle. Se juntan con otros túbulos colectores en la pelvis
renal, que se vacía en los ureteres.
3. LAS VÍAS
URINARIAS
Las vías
urinarias comprenden desde la salida cada riñón hasta que desembocan en el
exterior.
De la pelvis renal
surgen dos conductos llamados uréteres, que desembocan en una bolsa
redondeada llamada vejiga de la orina. Las paredes de la vejiga son muy
extensibles, y ello hace que pueda contener gran cantidad de orina. De la
vejiga parte otro conducto, la uretra, que comunica con el exterior.
Para conseguir un
correcto funcionamiento de nuestros sistemas circulatorio y excretor es
necesario incorporar a nuestra vida hábitos saludables. Una correcta
alimentación, una higiene adecuada y la práctica habitual de ejercicio físico,
así como fomentar el equilibrio personal y evitar el estrés, son las bases de
la salud de estos sistemas.
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